Lima, Perú (14-16 Aug 2010)

Lima, capital de Perú, con 8 millones de habitantes, 100m de altura y tocando al mar.

El aeropuerto muy moderno y muy bueno para hacer conexiones. Eso si, cuando sales del aeropuerto te das cuenta de la realidad de dónde estás, y es que esto es una constante en las capitales de latino-america, las salidas del aeropuerto no suelen ser bonitas.

Lima tiene barrios muy modernos como San Isidro, zona residencial con edificios modernos y un parque precioso llamado "El Olivar". Después tiene el barrio de fiesta, bares y restaurantes, "Miraflores". Un parque de fuentes con luz y espectáculo musical bastante bueno ("El circuito mágico del agua"). El centro con su plaza y su catedral del 1600. Además, se puede encontrar centros comerciales mirando hacia al mar, en un acantilado, con zonas abiertas y vistas a la inmensidad del Pacífico.

Pero Lima tiene un problema... EL TIEMPO! Es una pena, porque Lima podría ser algo espectacular sino fuera por una nube gris que no se va nunca. Además de una humedad que se convierte en lluvia fina que está todo el día. Es como estar en Londres o Escocia, pero sin tanto frío. Y esta maldita nube está 11 meses al año y sólo desaparece, dejando lucir a Mr. Lorenzo en Enero. Una lástima!

Igualmente, merece mucho la pena visitar Lima, además de sus barrios, vistas y algunas ruinas cerca (Pachacamac), lo mejor es la COMIDA!!!! Preparen sus pantalones de una talla más, porque este es un lugar para engordarrrrrrrrrrr.


Lima tiene una fusión latina/asiática que se ve representada en su cocina, sobretodo en la parte del pescado y marisco. DELICIOSO!!!!

Después de la 2a guerra Mundial muchos asiáticos vinieron a Lima y se establecieron allí. Las dos culturas coexisten sin problemas y esto se puede ver en las calles de Lima, llenas de restaurante chinos y japoneses, e incluso adaptando palabras chinas en el vocabulario Español, como "chifa", que lo utilizan para los restaurantes chinos donde sirven arroz con mariscos. El principal exportador de la gastronomía Peruana en el mundo es "Gastón Acurio". Creador del famoso restauraste "Astrid y Gaston" que se encuentra en muchas capitales del mundo.

Y para acabar, dos curiosidades. La primera: que me sorprendió mucho. Lo limpio que es lima. No ves ni papeles, ni incluso colillas en el suelo.

La segunda. Lima ha superado a mi actual número uno de países latinos que peor conducen: Mexico. Y es que aquí no respetan absolutamente nada! Incluso son capaces de chocarte si te metes delante de ellos. Fue algo espectacular ir en coche por la ciudad, parecía un Video juego! Coches que se cruzaban, perros, personas que se tiraban a la carretera. Buf Buf! que cantidad de adrealina! Deporte de riesgo, conducir en Lima!

Pues aquí os dejo este post con sabor a pescado y marisco limeño!

PS. Recomendación, NO SE HOSPEDEN EN EL HOTEL BASADRE SUITES en San Isidro! Buf, craso error! Muy mal servicio, feo y caro. Ahora si! ciao!

Mendoza y Aconcagua (23-25 Julio 2010)

Argentina es un país grande, muy grande. Si Mexico eran 4 veces España, Argentina es 5.5 veces España. Lo que significa que los viajes son largos aquí. Y como no siempre hay aviones baratos, algunas veces te toca pillar el bus, porque el tren es de cuando los ingleses estaban por aquí (hace 100años) y desde entonces nadie les ha hecho una puesta a punto.

Eso si los autocares de viajes largos son impresionantes. Asientos de 180grados, es decir tumbaditos totalmente. Tienes un azafato/a que te sirve una cena muy decente con vinito bueno. Y por la mañana te despiertan con un desayuno caliente... Ole!

Pues salimos de Córdoba a las 10pm y llegamos a Mendoza a las 6.30am. El viaje muy bien, dormimos como rocas. El primer día lo pasamos paseando por Mendoza. Ciudad famosa por ser la cuna del vino Argentino. A pocos kilómetros están todos las grandes bodegas argentinas. La ciudad normalita, con sus parquecitos y bastante tránquila. Por la tarde fuimos a una de las zonas vinícolas: Luján de Cuyo (existe otra zona que se llama Maipú).

Allí nos llevamos el primer chasco! Llegamos a la primera bodega para que nos hicieron un tour, una cata y comer allí. Al llegar, todo vacío. Y un hombre con cara de poker nos dice:
-Hola, que quieren?
-Obvio, beber vino, comer, echarnos unas risas!
-Es que está cerrado
-Pero si son las 2pm (los argentinos comen super tarde, más que los españoles!)
-Pero la última visita se hace a la 1 y a la 1.30 cerramos
-No me jodas! y mi vinito????

Pues asi, nos vamos con las orejas gachas, pensando que esto sólo pasa en es esta bodega y que no tienen ni idea de marketing. Como se puede cerrar un sábado a las 2pm????
Vamos a otra y la misma situación. Así hasta 5 bodegas! NOOOOOOO y nuestro vinito???? MALDITOS!!!! Además de un hambre que nos comíamos las piedras.




Menos mal, que una amiga de Córdoba, Laura, nos recomendó un sitio con una mini-bodega para comer. ALELUYA!!! SE HIZO LA LUZ!!!! Gracias Laura por la recomendación! Llegamos al paraíso de la comida y el buen gusto: Cava de Cano. En esta cava te dan una habitación bastante rústica para nosotros solos, a media luz, calorcito rico (aquí es invierno ahora) y lo más sorpendente la cantidad de comida. Me recordó a Corea y a la cantidad de platitos que te ponían. Pues igual, unos 20 platitos más dos bandejas, una de quesos y otra de fiambres. Pero eso no es nada, después venían 4 platos, más postre, más copa y si querías puro, pues puraco también! Nos tiramos como 3 horas en ese lugar. Bebiendo, comiendo y hablando con la gente de la cava que eran muy buena onda. Os lo aconsejo al 100% si váis por allí. Gran lugar.
Después de eso nos fuimos rodando hacia el hotel.

El segundo día agarramos el coche que habíamos alquilado y nos fuimos dirección hasta el techo del mundo del continente americano, el Aconcagua. Un viaje en coche de 3h, que no se hace nada largo por las vistas que tienes de los Andes. Vas siguiendo la cordillera y en un momento te metes dentro de ella. Pasamos por Penitentes (zona de esqui) donde se encuentra un monumento de la naturaleza: El Puente del Inca, que es un puente de piedra formado por la naturaleza sobre el río Las Cuevas. Seguimos nuestra ruta hasta que llegamos al Parque del Aconcagua. Allí nos pusimos nuestras botas de montaña, nuestras 40 capas de ropa y allá vamos! A por el Aconcagua!

Ni de coña penséis que teníamos en mente subirlo. Estamos hablando de un bicho de 7.000m de altura. Queríamos andar por la nieve e intentar verlo al completo. Con eso nosotros, más agusto que un arbusto (como diría un tal Catena)

El paseo fue espectacular. Al principio con nieve pisada y todo rodeado de montañas nevadas. Para ver el Aconcagua, teníamos que bordear una montaña y entonces aparecía el mastodonte de roca. Lo jodido fue, que después de poco tiempo la nieve pisada se acabó y empezó la nieve virgen. En algunas partes nos llegaba la nieve hasta las rodillas. Al final conseguimos bordear la montaña y ver en su totalidad el Aconcagua. Nos quedamos un tiempo allí disfrutando de la vista y del silencio. La vuelta fue mucho más rápida y también divertida (intentando tirarnos con el chubasquero como si fuera un trineo).

Pues eso es todo amigos! Me voy al sobre!

Abrazos argentinos!!!!!