Parque Tayrona. Santa Marta (16-18 Oct 2010)

El Parque de Tayrona se encuentra en Santa Marta y es uno de los parques naturales más famosos de Colombia. 12000 hectarías de selva tropical mojadas por 35 Km de playas en el mar del caribe.



Se encuentra a una hora en coche del aeropuerto de Santa Marta (en taxi te cuesta unos 40USD el viaje). La entrada super salvaje. El taxi te deja cuando se acaba un caminito de tierra y de allí para adelante te apañas tu solito. El parque de Tayrona al ser una reserva natural no dejan construir hoteles y tampoco tiene una gran infraestructura de carreteras o caminos para moverse por la selva. Aquí es plan de ponerse la mochila al hombro y andar unas buenas 2h hasta llegar a la costa. Como era temporada de lluvias (invierno que llaman aquí) todo estaba de lodo hasta las rodillas y tuvimos suerte que un señor que pasaba por allí nos llevó en sus caballos.

Al final nos quedamos en Cabo San Juan. Una de las bahías más difíciles de llegar y por lo tanto más solitarias.

Al llegar, ilusos de nosotros, preguntamos:
-Tendrá una cabañita donde pasar un par de noches
-No, no tenemos cabañas
-Bueno, pues carpas (tiendas de campaña)
-Tampoco
-Y qué tienen para dormir?
-Hamacas

Mierda!!!! Hamacas???? Buf! Yo me había echado siestas de 2h máximo en una hamaca. Pero pasar toda una noche? Bueno, pues si es lo que hay adelante.

En Cabo San Juan sólo hay un barecito, en el cual desayunas, comes y cenas. Los baños son comunitarios y bastante sucios. Las duchas, tres tubos que salen agua dulce de la pared. La vida se hace en comunidad. Duermes con 20 personas más, todos en hamacas. La luz viene de un generador de gasolina que se apaga a las 12 de la noche. Un vida muy hippie, pero muy auténtica.


Nosotros en vez de quedarnos en la playa que teníamos en frente, nos metíamos en la selva por los caminos de lodo e ibamos descubriendo playitas solitarias.

Un día a día muy relajante y en medio de la naturaleza. Comiendo pescado todos los días y siempre en chanclas y bañador.

La vuelta a Santa Marta la hicimos en lancha, más caro pero más cómodo que las dos horas en caballo. Aunque es recomendable probar los dos trayectos. En uno conoces el interior de la selva y en el otro ves todas la costa.

Por cierto, al final dormir en la hamaca fue muy cómodo. Dormiamos ocho horas del tirón y nos despertábamos sin ningún dolor de espalda.

Pues ya saben, gente aventurera, el Parque Tayrona es buen lugar para conocer la selva tropical y playas solitarias, pero olvidense de las comodidades. Bueno, eso no es totalmente cierto. Existe una zona del parque donde existe un hotel con cabañas ecológicas que se llama EcoHabs, allí tienen todas las comodidas, pero eso sí, SUPER-MEGA-CARO!!!! y menos auténtico.

Dedicado a las llamas (1-7Oct2010)

Me faltaba hablar de las llamas. Creo que antes de este viaje sólo había visto llamas en el zoológico. Cuando llegas a estas latitudes ves que las llamas se utilizan para todo: para hacer ropa (lana de alpaca), para comer (ñam ñam), como animal de carga (aunque no son capaces de llevar a un hombre), etc.

Existen varios tipos de llamas. La llama que conocemos es la peludita, se puede domesticar y es la que se utiliza por el ser humano. Después existen varios tipos de llamas salvajes que están protegidas como la vicuña y los guanacos. Son fáciles de reconocer porque no tienen lana y son un poco más pequeños.

Curiosamente cuando llegas al norte de Argentina es fácil ver estos animalitos por todas partes. Por ejemplo:


Vicuñas


Además comer carne de llama es muy popular, sano y sabroso. Todo esta lleno de restaurantes como este:


Y cómo allá donde fueres haz lo que vieres, pues aquí va mi iniciación a la gastronomía de la llama:


Estofado de Llama

Milanesa de Llama

Arroz con papa y Llama

Bocadillo de Llama


ps. Por cierto, nunca me escupió ni vi escupir a ninguna!

San Lorenzo (1-7Oct2010)

Última parada antes de abandonar Argentina: San Lorenzo.
Aquí llegué por una recomendación de la Alemana que lleva el hostal Carpe Diem en Salta. Es un pueblo que tiene un bosque espectacular, el cual tiene un caminito más o menos señalado para recorrerlo en un par de horas.

Yo creo que me sorprendió tanto ver un bosque verde y frondoso, después de pasar una semana viendo paisajes andinos.



El bosque lo recorre un rio cristalino que lo cruzas varias veces por troncos y hay zonas donde te puedes dar un chapuzón.

Lo mejor para acabar el recorrido por San Lorenzo, un restaurante rústico a la entrada del bosque, donde comí empanadas, humitas, tamales y demás delicatessen Salteñas. GRAN LUGAR si pasan por Salta.

Pues ahora sí, bye bye Argentina, Welcome COLOMBIA!!!!!!

Purmamarca, Tilcara e Iruya (1-7Oct2010)

Llegada por la noche a Purmamarca. Encuentro alojamiento detrás de un barecito donde me dejan una habitación por 10USD. Como mi estofado de llama y a dormir. Al día siguiente madrugón para dar una vuelta por los cerros y conocer el cerro de los siete colores.

Y... sorpresa! El cerro de los siete colores se ve desde el centro del pueblo. Los siete colores vienen por los diferentes tipos de óxido que forman la montaña.

Salgo a dar una vuelta por ese desierto andino. Vuelvo al centro desayuno, veo las artesanías que venden los indígenas y listo! Poco más que hacer en Purmamarca. Agarro un bus y me voy hacia Tilcara.



Tilcara es un buen campamento base para conocer las ruinas de Pulcará, la Garganta del Diablo e Iruya.

Primero me doy una pateada por la montaña de 2.5h hasta llegar a la Garganta del Diablo. Llego muerto, entre la altura, el calor y el viento andino que levanta el polvo y te araña la cara. La garganta es una especie de cañón con una cascada del río Huasamayo. Allí me quedo un ratito viendo esa garganta y me dirijo de vuelta hacia las ruinas de Pucará.

Las ruinas son de un poblado construido hace unos 900 años por los Tilcaras que formaban una fortaleza. Las ruinas están bien pero no me mataron.



De vuelta a Tilcara a dormir y el día siguiente viaje a un pueblito andino casi tocando la frontera de Bolivia. Este pueble se llama Iruya. La idea de ir hasta allá fue por un amigo que trabajaba conmigo en Córdoba, Argentina, Ignacio. Ese pueblo hace un año no llegaba ni la luz y es totalmente indígena. Así que me monté en bus. Un viaje de 4 horas por los andes. Todo montañas y curvas y más curvas. El viaje es curioso de hacer por sus paisajes extraños.

La llegada es sorprendente, la parada de bus está en medio de un cañón. Justamente es día era el día de mercado y había muchos puestecitos con sus toldos azules y mucha gente vendiendo y comprando.

El pueblo de Iruya se encuentra arriba del cañon. Está formado sólo por 20 calles. La gente toda es indígena y todos van vestidos de forma tradicional. La inclinación de las calles es sorprendente, me rio de las calles de San Francisco. Es una vida muy dura allí. El calor junto con el viento frío que sopla a 3000m. Allí pasé unas 4h caminando y viendo la vida del pueblo. Uno de los pueblos más remotos que he visto en mi vida



Luego de vuelta en el bus camino a Tilcara.

Salinas Grandes y San Antonio de los Cobres (1-7Oct2010)

Salinas GrandesEn la guía leí sobre las Salinas Grandes. Es el segundo salar más grande del mundo, después del de Bolvía (al menos eso dijo el guía).
La llegada allí estaba complicada en servicio público, así que me agarré un tour que salía de Salta con www.alasnubestours.com.ar. El conductor del coche era un tipo que lleva una pelota continua en la boca y de vez en cuando se echaba unos polvitos blancos en la boca. Cuando le agarré más confianza le pregunté:
-Oye, y esa pelota que llevas en la boca y te está deformando la cara, que es?
-Es hoja de coca
-Joder! pues vas bien servido. Y los polvitos blancos que te tragas de vez en cuando?
-Es bicarbonato, para salivar más y que la hoja haga más efecto.

Y yo pensé, pinche drogadicto de conductor! Pues se ve que no, no es por vicio, sino para combatir el mal de altura o "Soroche" como lo llaman aquí, y es que estamos a más de 4000m de altura. Me dio a probar una hojitas, que te tienes que poner a un lado de la boca. Pero yo agarré como 3 hojitas, y no medio kilo como el colega.

De camino a Salinas Grandes paramos en San Antonio de los Cobres. Es una pequeña ciudad andino que da a la entrada a la Puna de Atacama, que es una altiplanicie a 4500m de altura y 180000Km cuadrados en los Andes. Esta zona es árida y con carreteras rectas perfectas en las cuales sólo ves desierto y cerros. Lo único que vive por aquí son los Guanacos y Vicuñas, que son las llamas salvajes (sin tanto pelaje), además de burros salvajes. En esta ciudad no ha pasado el tiempo, todos son indígenas y visten tradicionalmente. Las casas son de arcilla (aunque hay algunas casas modernas porque pusieron una fábrica cerca) y no pasa absolutamente nada allí, por no pasar no pasaban ni los minutos. Un lugar bastante duro para vivir, además de la aridez por el sol tan fuerte y el viento gélido de la montaña.




De allí seguimos hacia mi objetivo: Las Salinas Grandes. Buf! que impresionante. El llegar es muy curioso. Sales de la carretera y ves la inmensidad blanca de la sal (525Km cuadrados de sal), te diriges hacía una puerta con una valla de 5m y allí entras. Pero esa vallita sólo cubre 5m, no hay más valla en los lados. Y por qué se entra por esa puertecita y no por donde quieras? porque ese es el único caminto duro que hay para atravesar las salinas. Cuando ves el salar parece que sea como tierra árida pero en blanco, formando los típicos hexágonos cuando la tierra se desquebraja, pero no es así, no es sal seca. Es sal blanda, donde abajo hay agua (una laguna super salada) y si te sales del caminito BYE BYE COCHECITO! El coche se te hunde como si fueran arenas movedizas y tampoco puedes caminar fuera del camino, lo mismo te pasaría. Pues menos mal que me vine con el tour y no me vine solito, porque no hay NADA que indique eso. Además el caminito en medio del salar es muy difícil de distinguir. El lugar es espectacular. Pierdes el concepto de la distancia ya que todo es blanco y no tienes referencia para saber que es cerca ni lejos. Aquí abajo tenéis un par de ejemplos que encontré en la web:


GUIA T

Eso si, es un infierno de calor, estamos como a 3500m de altura y con un sol salvaje, ese sol se refleja en la sal y te da por todos lados. La sensación térmica es brutal y tienes que cubrirte de protector solar hasta las muelas porque 20min allí equivale como un par de horas tomando el sol. En el salar paramos a una zona donde la gente saca la sal localmente, haciendo unas mini-piscinas y sacan la sal de la superficie. Esta sal, a diferencia de la de Bolivia, se puede consumir directamente sin procesarla. La verdad que mereció la pena el paseito de 5h hasta llegar allí. Después de allí me dirijí a Purmamarca, siguiente objetivo del viaje: El cerro de los siete colores.

Norte de Argentina: Salta (1-7 Oct 2010)

Alguien había escuchado las provincias de Salta y Jujuy? Pues yo no! De esto me enteré al vivir en Córdoba, Argentina. Todos me comentaban que Salta y Jujuy son dos zonas dignas de visitar y con el plus que allí se encuentran los auténticos indígenas argentinos, ya que entre los españoles y los argentinos, casi los extinguimos. Estas dos provincias se encuentran al norte de Argentina limitando con Bolivía, son zonas andinas y con cultura Inca.

Pues allí fui con mi mochila a conocer esos parajes.

Empecé el viaje en Salta, que es la ciudad que da entrada al norte de Argentina. Es una ciudad colonial, con mucha vida y mucho turismo nacional. Tiene su plaza central, 9 de Julio, rodeada de terracitas y bares, con la catedral de fondo, ideal para preparar el viaje tomándote una cervecita.



Me dediqué a recorrer la ciudad y el top-hit fue el museo de alta montaña (www.maam.org.ar). Se centra en la cultura Inca y en particular en los sacrificios de niños que hacían en los Andes. En esa zona, los incas tenían el rito de dar a la tierra sus mejores niños (niños ricos pertenecientes de la clase alta y físicamente bien). Se hacía una procesión hasta la montaña o volcán, se hacía una fiesta donde se le daba las mejores comidas al niño y luego le deban una especie de somnífero que dejaban al niño profundamente dormido. Entonces hacían un agujero profundo en la montaña helada y enterraban al niño (dormido y vivo) junto con varias ofrendas. En el museo se conservan en unas cámaras (que parecen futuristas) a los 3 niños que encontraron. Si quieren ver algunas fotos, aunque son un poco impactantes haced click aquí.

Salta también es conocido por sus Peñas Folclóricas. Es un bar que tiene un escenario y en el se toca música tradicional, bailes y también hay cómicos. Esta curioso de ver, pero a la peña que yo fui se llenó por completo por un grupo de argentinos de más de 60 años, el más joven con diferencia era yo!

Para dormir en Salta hay varias opciones, hostales baratos o algún hotelito boutique un poco más caro, pero mucho más acogedor. Yo fui a las das opciones. El hotelito donde me quedé fue Carpe Diem (www.carpediemsalta.com.ar) de una alemana y un italiano muy majos.