Rincón del Mar. Golfo de Morrosquillo (30Oct-1Nov 2010)

Uno de los lugares de playa más sorprendetes que he visto en Colombia es este: Rincón del Mar (cerca de San Onofre, Sucre).

Llegar hasta allí es un poco complejo, vuelas a Cartagena y de allí te agarras un coche o Taxi 2h30m hasta dirección a San Onofre. A partir de allí casi una hora de carretera sin pavimentar y llena de barro (estamos en temporada de lluvias). Hubo un par de veces que nos tocó bajarnos del taxi para que pudiera pasar el barro y rezando para que no se quedara hundido. Te puedes ahorrar un cacho del trayecto en coche si vuelas a Sincelejo, pero los horarios de los aviones son peores.

La llegada al pueblito, es como entrar en Africa. Es una zona super humilde y todos son de raza negra. El pueblo está a orillas del Mar del Caribe y lo que se ve en la calle sobretodo son niños y más niños. Bajamos del taxi, agarramos nuestras mochilas, anduvimos un par de calles, luego se cruza un puente hecho con troncos bastante inestable, llegamos a la otra parte del pueblo (todavía más pobre), la calle se acaba y entras a la playa. De allí 10min andando en la playa y llegamos a nuestro hotel/cabaña: Araracuara... IMPRESIONANTE!!!

Uy que lugar más increible!!!! La dueña, Lucy, es una paisa (nombre que recibe la gente de la zona de Medellín) super buena gente. Al ser los primeros nos dio la cabaña suite, con vistas al mar, mega cama king-size y con hamaca dentro. Además de simpática, nos trató como reyes: desayunos deliciosos y yo comida y cena pescado recién salido del mar.



El primer día lo pasamos haciendo el vago en la playa del pueblo. Allí conocimos a varias personas: Un vendedor de collares artesanales, al pescador que vendía ostras frescas (12 ostras, 3 dolares) además el amigo se tiraba 3h remando cada mañana para llegar al sitio de las ostras y por último conocimos a un niño de unos 4 añitos que vendía caracolas de mar gigantes "Freddy", super querido!

Al día siguiente agarramos una lanchita y nos fuimos a visitar las islas que hay en frente del pueblo. La isla de Palma, donde se encuentra un resort famoso en Colombia, el Decameron, el cuál tiene una especie de zoológico bizarr con animales que no pintan nada en una isla (como una avestruz o un buffalo). Luego fuimos a la típica isla de los guiris, donde todo el mundo va a tomar una cerveza y comer langosta. Luego pasamos por la isla más poblada del mundo "el Islote" una isla que tendrá un 1Km de diámetro y vive toda la gente que trabajan en las otras islas. Por último la mejor Isla, Titipan. Uh que rico!!!! Puro caribe. Agua azul turquesa a 30grados. Nos tiramos como 2h sin salir del agua. Que lugar más increíble.

De vuelta a nuestra choza, nos fuimos a recorrer el pueblo porque era Halloween. Todos los niños, que son muchísimos, disfrazados, música con los altavoces a reventar por todos lados, la gente bailando. Muy alegre el ambiente. Allí se nos ocurrió comprar caramelos para dárselos a los niños luego por la noche. Y así fue, llegaron unos cinco niños al principio y les dimos caramelos. La noticia de que los guiris teníamos caramelos corrió como la pólvora y en menos de 2min aparecieron todos los niños del pueblo rodeándonos para que les diéramos caramelos. Muy dulces los niños (aunque muchos eran muy picaros y hacían trampas para que les diéramos más caramelos.)

Nuestra anfitriona de las cabañas, Lucy, nos preparó para después de la cena una "Parranda Vallenata" para todos los que nos hospedábamos allí. Alquiló un grupo de música colombiana (Vallenato), puso antorchas en círculo en la playa, sillitas y nos invitó a ron-cola mientras que todos bailamos en la playa. Todo esto fui idea de Lucy. QUE GRANDE ERES LUCY!!!! Así da gusto, coño!

Para terminar, el tercer día lo pasamos en nuestra playa. Bañándonos, tomando el sol (yo la sombra), hablando con la gente local y como remate final, Lucy se fue al mercado y nos compró dos langostas vivas que nos cocinó para la comida. Final apoteósico!!!

Un lugar de los más auténticos que he visto en Colombia. Gente muy humilde pero llena de alegría y con buenos corazones.

Yo creo que volveremos a repetir en breve. Si van, vayan con Lucy al Araracuara, no se arrepentirán!