Chepe y Barrancas del Cobre (4-7 Abril 2009)

Hellouch!!! Vuelta a las andadas de los viajes largos, por fin! Ya tenía ganas! Esta vez 10 días viajando por el norte de Mexico. Por los estados de Chihuahua y Sinaloa. La primera parte del viaje la hice con mi amigo Alberto, un gallego que conocí trabajando en Madrid y ahora vive en el DF.

La primera etapa fue el recorrido del tren en el Chepe (Ferrocarril Chihuahua-Pacífico). Que va desde Chihuahua a los Mochis (Sinaloa). Unos 600Km de tren y lo más increíble es que pasa por el medio de las Barrancas de Cobre. Una especie de Cañon del Colorado (Grand Canyon) pero el doble de extensas y más profundas. La idea de hacer este tren fue en el 1880 pero se acabó 80 años más tarda, y no me extraña después de ver por donde pasa el tren. La verdad que es una gran obra de ingeniería.

La primera parada y donde nos quedamos un par de noches fue en Creel. Un pueblecito en medio de la Sierra Taraumara. Nos quedamos en un hostalito super barato y con muy buen rollo (Casa Margaritas), el cual incluía desayuno y cena (solo por 10EUR!!!).

Desde allí visitamos el primer día una cueva donde viven los indios Tarahumaras. Estos indígenas tienen su propia lengua y todavia mantienen muchas de sus antiguas costumbres. Actualmente los hombres se dedican a trabajos temporales, recoger manzana o trabajar en minas. Las mujeres hacen trabajos de artesania, sobretodo cestas tejidas con la palma o con hoja de pino.

Se ve que las cuevas donde algunos Tarahumaras habitan son de piedra volcánica y les protege del frío y del calor. En invierno aquí se puede llegar a temperaturas de hasta -20 gracos!!! Las cuevas son super bajitas y están llenas de mil trastos. La verdad que no parecía nada agradable vivir allí dentro (ver foto)

Después fuimos a ver diferentes formaciones rocosas (las ranas, los hongos, el elefante). Pasamos por el lago de Arareco y vimos la cascada de Cusarare. Al final acabamos en un pueblecito, San Ignacio, donde había una misión española.



Segundo día nos fuimos de excursion por las barrancas del Cobre. A ver esos pedazo de barrancos de hasta 1000 metros de profundida. Estuvimos en varios. El que más nos impactó fue cerca de Divisadero, donde se encuentra la Piedra Volada. Es un barranco donde te puedes poner en la última piedra, después viene un abismo de 1000 metros en caída libre. Le llaman así a la piedra porque se mueve un poco. QUE ACOJONE!!!!!

Después de Creel nos dirigimos a El Fuerte, la penúltima parada del Chepe. La verdad que fue un poco decepcionante este pueblecito. El pueblecito está bonito. Su fama viene porque había un fuerte que hicieron los españoles en el 1600. La decepción vino cuando fuimos a ver el fuerte y era una reconstrucción del 1900 y lo peor de todo es que no estaban 100% seguros de donde se ubicaba el original. Buh, Buh, Buh. Aquí se acabo nuestro viaje en tren a partir de aquí agarramos un bus que nos llevo a Mochis, Topolobampo (el mejor pescado de Mexico), Culiacan y a Mazatlan.

Mochis y Culiacan bastante feos. Sorry a los mexicanos de estas ciudades, pero esta fue mi impresión. Son ciudades muy gringas (americanas), hechas para ir en coche y no andar. Todo son grandes avenidas y casas bajitas. No me acabó de gustar.

A Mazatlán le dedicaré otra entrada porque se lo merece el lugar!

1 comments:

Anónimo dijo...

Eih!! que viaje más chulo... lo de la piedra volada es acojonante, porque acojona!!!! abrassso, Chapu.

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