Santander, Colombia (15-17 Mayo 2010)

Santander no es uno de los lugares más turísticos de Colombia, pero tiene su encanto natural.

Allí nos quedamos en una finca cerca del pueblo de Barichará para pasar tres días. La finca bien, lo malo que no tenía agua caliente.

El primer día nos fuimos a recorrer el camino Real, que va desde Barichará hasta Guane. Es un camino que tiene su historia porque era la carretera principal que unía estos dos municipios. Pero la verdad que es un camino empedrado perfecto para torcerse un tobillo y no muy bonito.

De vuelta nos quedamos visitando Barichará. Con sus vistas desde la loma con su iglesia, donde coincidió con una boda donde todos los hombres iban vestidos con guayaberas (camisa de lino para los lugares de calor) en vez de traje y corbata.


Al día siguiente nos fuimos a conocer el Cañón del Chicamocha, el cual tiene un teléferico que baja sus dos mil metros de profundidad hasta llegar al río con el mismo nombre y vuelve a subir al otro lado.



De vuelta paramos en San Gil, dimos una vuelta y entramos al Parque "El Gallineral". El cual es un bosque muy frondoso con un rio que lo acompaña. Lo curioso de este lugar es el musgo que cuelga de los árboles (barbas de viejo) y las plantas "Dormilonas" que las tocas y se cierran (curioso para un animal de ciudad como yo)

Al día siguiente salimos a conocer las cataratas de Juan Curí. Merecieron mucho la pena, es una caminata de una media hora subiendo el monte. Hasta que llegas a una poza donde cae una cascada de unos 100m. El agua está muy fría, pero merece la pena los suspiros y ponerse debajo de la cascada para gozar de un spa natural.

En esta zona, la comida típica es el "cabro", que imagino que será el macho de la cabra. Pero la verdad que no me acabó de gustar. El sabor está bien, pero la carne es como chicle y al final acabas con agujetas en la mandíbula de tanto masticar.
Pues eso es Santander en Colombia, Pueblecitos, naturaleza, cabro y mucho calor.

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